Los cambios de la modernidad

El paso a la modernidad debe haber sido difícil. El mundo medieval pasaba a formar parte de lo tradicional. El iluminismo fue uno de los primeros indicios de que un cambio de época era inminente.

La luz se derramaría sobre ese mundo trazado por antiguos dioses y costumbres mientras que la razón sería el faro de ese proceso. La secularización fue el desencantamiento con el mundo.

«Los hombres tenían a partir de ahora en mano su destino. La disposición al cambio otra de las características fundamentales de la sociedad jugó un rol protagónico. Lo nuevo fue legitimado socialmente mientras que la innovación se convirtió en un bien positivamente apreciado.»

París de la modernidad

La ciudad elegida para el proceso de cambio. La modernidad trajo consigo la invención del tren. La movilidad fue una característica importante para quienes diseñaron la ciudad que vendría asimismo para quienes pensaron el “perímetro de irradiación” como un espacio para la convergencia de todas las vías de expansión.

«Rapidez y quiebre de fronteras representan el espíritu de una época como así la aceleración de la vida social»

Son muchas más las características que marca este paso a fines del Siglo XIX. A 20 años de producirse estos cambios tan trascendentales en la capital francesa estos fueron reproducidos en Buenos Aires. Fiel copia de la metamorfosis que experimentaba el mundo.